Carol
Burton
Socia co-fundadora CEO de Cilab. Arquitecta. Más
de 8 años de trayectoria como arquitecta y diseñadora. Especializada en gestión
de proyectos en áreas creativas, desarrollo de prototipos de concepto y en
gestión de la innovación. Actualmente investiga en el campo de la arquitectura
y el diseño urbano integrado e inteligente.
Brindó
una charla en la universidad Blas Pascal a los alumnos de arquitectura sobre:
Uso de
la tecnología
Nuevas ciudades sostenibles, tales como el proyecto de Masdar City, la gran ciudad ecológica diseñada y ubicada en Abu Dhabi. Alimentada por completo con energía solar, se planta un sistema de transporte público que se desplazará en vagones sobre carriles magnéticos y las calles peatonales estarán cubiertas con paneles fotovoltáicos, diseñados para generar sombra así como abastecer de energía a la ciudad. Masdar no es el único proyecto de este tipo en marcha, pues iniciativas de modelos de eco-ciudades existen por todo el mundo, tales como la ciudad Dongtan, en China, que compite con Masdar en términos de tamaño y que aparentemente ha sido un proyecto fallido. Todo esto suena muy bien, la pregunta que surge es ¿Realmente son necesarias todas estas infraestructuras?
Masdar
Masdar
City. Proyecto de Foster and Partners
Existen dos claras posturas cuando hablamos de este tema, la primera es la que sostiene que para hacer arquitectura sostenible debemos hacer uso de las nuevas tecnologías en toda su amplitud, llamando al concepto de biomímesis, es decir, imitar a la naturaleza. La otra aboga por el decrecimiento y rescatar de la arquitectura tradicional aquellos parámetros que son necesarios para poder construir con el menor impacto ambiental posible, respetando el clima, los materiales y los habitantes del lugar. El término decrecimiento nace de pensadores críticos con el desarrollo y con la sociedad de consumo, como el economista Nicholas Georgescu Roegen, que apuesta por la bio-economía al intentar situar a la economía como un sub-sistema de la biósfera. Ya en los años 70 hizo propuestas que en aquel tiempo resultaban muy premonitorias: dejar de fabricar armamento, re-localizar las actividades y que la producción se sitúe cerca del consumidor y otras más que son plenamente aplicables en los tiempos actuales.
Existen dos claras posturas cuando hablamos de este tema, la primera es la que sostiene que para hacer arquitectura sostenible debemos hacer uso de las nuevas tecnologías en toda su amplitud, llamando al concepto de biomímesis, es decir, imitar a la naturaleza. La otra aboga por el decrecimiento y rescatar de la arquitectura tradicional aquellos parámetros que son necesarios para poder construir con el menor impacto ambiental posible, respetando el clima, los materiales y los habitantes del lugar. El término decrecimiento nace de pensadores críticos con el desarrollo y con la sociedad de consumo, como el economista Nicholas Georgescu Roegen, que apuesta por la bio-economía al intentar situar a la economía como un sub-sistema de la biósfera. Ya en los años 70 hizo propuestas que en aquel tiempo resultaban muy premonitorias: dejar de fabricar armamento, re-localizar las actividades y que la producción se sitúe cerca del consumidor y otras más que son plenamente aplicables en los tiempos actuales.
debemos cuestionarnos. ¿De qué forma podemos concebir mejores ciudades? O en realidad, ¿Es necesario concebir nuevas ciudades? No sería más sensato detener por un momento las ansias de crecimiento y evaluar todo ese enorme campo urbano que existe ya y buscar nuevas vías para adecuar las ciudades existentes a los nuevos requerimientos sociales, culturales y espaciales de este siglo.
Ciudad Latinoamericana
RECURSO+TIEMPO
- urbanización. creciente de
su población
- infraestructuras
obsoletas
- sistema financiero
incapaz de pensar a largo plazo